Una de las playas más famosas de Alicante, la Playa de la Albufereta no puede faltar durante tu visita por esta zona de la Costa Blanca.
Además te proponemos otras posibles paradas durante tu recorrido para que puedas completar tu jornada de navegación con una ruta de lo más completa.
Características de la Playa de la Albufereta
Se trata de la Playa más conocida cerca de la ciudad Alicante. Cuenta con una longitud de 400 metros con una anchura media de 18 metros. Sus aguas son bastante tranquilas, sin un oleaje demasiado importante, con lo que es ideal para el baño en familia.
Es una playa catalogada como semiurbana, así que podremos encontrar todo tipo de comodidades y servicios como duchas, baños, sombrillas, hamacas y chiringuitos. También tenemos una basta oferta gastronómica en los alrededores de la playa.
Qué ver en las inmediaciones de la playa de la Albufereta
Este enclave cuenta con un legado histórico bastante importante, ya que en el pasado en este lugar se había erigido un antiguo asentamiento de íberos, que posteriormente, después de la conquista romana, pasó a convertirse en la ciudad de Lucentum.
El Pecio de la Albufereta
Se trata de un cargamento de ánforas romanas que descansas en el suelo marino a poco más de 5 metros de profundidad. Este pequeño yacimiento marino se descubrió hace relativamente poco tiempo, concretamente en 2002 cuando dos submarinistas se toparon con el lugar por casualidad.
El enclave se encuentra a 800 metros de la costa con lo que es bastante accesible con nuestra embarcación. Si tenemos buenos pulmones y unas gafas de snorkel, podremos llegar a ver las ánforas sin problemas, aunque lo ideal es hacerlo con un equipo de buceo.
Durante las excavaciones arqueológicas se contabilizaron entre 104 y 278 ánforas (algunas de las cuales estaban rotas, con lo que no es posible conocer el número exacto). Contenían aceite vegetal, datan del siglo I a.C y provenían del valle medio del Guadalquivir.
Las piscifactorías romanas
En la parte este de la playa encontraremos unas piscifactorías romanas talladas en la roca. Tal y como nos indica el propio nombre, estas formaciones creadas por la propia mano del hombre hacían las veces de víveros durante la época de Lucentum.
Se trata de una ubicación muy popular entre los amantes del snorkel, ya que sus aguas semi-estancadas son tranquilas y es relativamente sencillo atisbar algún que otro pez.
Otras calas cercanas para visitar
Si visitamos le Playa de la Albufereta durante nuestro recorrido náutico, hay otras calas cercanas de obligada parada que debemos conocer.
Este es el caso de la Almadraba, al este de la playa de la Albufereta, justo después de sobrepasar las piscifactorías romanas (también conocidas bajo el nombre de víveros), y los célebres miradores de la Palmerita (reconocido por su pequeña palmera) o el de las Brisas.
Al otro lado de la Playa de la Albufereta encontramos las Calas de Alicante, una consecución de pequeñas playas separadas por espigones que se extienden paralelamente a la avenida de Villajoyosa.
Si seguimos el borde de la costa, acercándonos a la ciudad de Alicante, nos encontraremos con la Playa del Postiguet. Es una playa muy recomendable por su ambiente familiar aunque se llena rápido los meses de más ocupación. Obviamente, al estar ubicada en plena ciudad cuenta con todos los servicios típicos de una playa urbana.
Desde sus aguas podremos admirar el imponente Castillo de Santa Bárbara, una construcción del siglo IX que descansa en la cima de una mole rocosa de nada más ni nada menos que 167 metros de altitud.